domenica 30 ottobre 2011

La Dictadura Militar Chilena 1973 - 1990






. Marco historico general y derechos humanos
Existe poca información sistematizada sobre la represión política, la violencia política estatal o, utilizando el lenguaje moderno, la violación de derechos humanos a lo largo de la historia de Chile. Si hubiera que efectuar un recuento histórico de las violaciones de los derechos humanos, se debería iniciar antes del período republicano que comienza con la independencia de 1810.
Es necesario destacar que, desde la llegada de los españoles a principios del siglo XVI (1541) hasta épocas recientes, se han sucedido graves agresiones contra los pueblos originarios.
Los pueblos aymaras, mapuche, rapa nui y los pueblos de Tierra del Fuego situados en territorio chileno, han sufrido graves violaciones de sus derechos humanos, que, en algunos casos, han significado su extinción como grupo humano.
Tal es el caso de los alacalufes, yaganes y onas del extremo sur. Asimismo, los pueblos mapuche, aymara y rapa nui sufrieron violaciones de sus derechos fundamentales, a lo que hay que añadir los procesos de desintegración, marginación y miseria que viven actualmente. La existencia futura de estos pueblos está seriamente amenazada.
Penetrar el estudio hacia esas épocas remota será difícil y arduo, así como lo será establecer un balance general de los hechos de más gravedad en las violaciones a los derechos ocurridas en Chile a partir del período post colonial o republicano (desde 1810) hasta nuestros días, por cuanto tal tarea inconclusa sufrirá la falta de estudios sistemáticos y objetivos del tema.
Sin embargo, no cabe la menor duda de que los peores aplastamientos de los derechos individuales y sociales en el Chile moderno se produjeron durante el régimen militar que encabezó el general Augusto Pinochet, tras el cruento derrocamiento del mandatario socialista Salvador Allende.
No hay otro período en Chile de tan larga y aguda precariedad de la vida, las garantías individuales, el acceso a la información, la libertad de opinión, el derecho a permanecer en la patria, el derecho de petición y de asociación, y la protección de los tribunales de justicia. Sin embargo, es interesante reseñar algunos actos de violencia social ocurridos antes de la administración de Allende (1970-1973), para subrayar que las situaciones dictatoriales que dominaron los tiempos de Pinochet no son excepciones en nuestra historia. Estos hechos se pueden interpretar en el contexto histórico en dos grandes etapas:
a. Período de exclusión de 1880-1920. Caracterizado por la exclusión de los sectores populares en la negociación política de los intereses de los diversos actores sociales. A partir de 1900 crecen las demandas de los trabajadores a través de diversas formas de movilización, pero el Estado liberal los excluye de toda forma de participación social y política. No existe una legislación laboral que regule las relaciones capital-trabajo.
La resolución de los conflictos se caracterizará por una fuerte oposición y enfrentamientos directos. El Ejército participará directamente en la represión y el número de víctimas será bastante alto. (3)
b. Período de integración 1920-1970. Caracterizado por un Estado que desarrollará el "sistema democrático", con espacios de negociación de los intereses de los diversos actores sociales. La lucha sindical y electoral serán los instrumentos principales de los sectores populares. El Estado legislará las relaciones capital-trabajo a través de un código del trabajo. La Policía o Carabineros, salvo algunas excepciones, participará directamente en la represión, siendo el número de víctimas mucho menor. (4)


Los hechos represivos más importantes en los dos períodos son:
Valparaíso, 1903. Huelga de los obreros portuarios exigiendo mejores salarios. Se producen enfrentamientos entre la policía y los trabajadores. Hay 50 obreros muertos y 200 heridos. (5)
Santiago, 1905. Protesta masiva por la carestía de la vida, desatada por el rechazo de los trabajadores del impuesto sobre importación de ganado argentino. El movimiento conocido como la "semana roja", registra enfrentamientos entre policías, bomberos y jóvenes aristocráticos por una parte y trabajadores por la otra. El saldo es de aproximadamente 70 muertos y 300 heridos. (6)
Iquique, 1907. Los obreros de las salitreras del desierto del norte del país se declaran en huelga exigiendo la anulación del pago con fichas de las empresas y demandando mejores condiciones de trabajo y habitación. Paralizan cerca de 15.000 trabajadores, que después de algunos días se concentran en la Escuela "Santa María" de la ciudad portuaria de Iquique. El gobierno decreta el Estado de Sitio en la zona y designa jefe al general Silva Renard, quien, finalmente, ordena abrir fuego contra los obreros y sus familias. La masacre deja un saldo de 2.000 muertos entre trabajadores, sus mujeres y sus hijos. (7)
Antofagasta, 1921. El gobierno reprime una huelga en la oficina salitrera San Gregorio. Los obreros exigían un desahucio justo. Mueren 22 obreros, afiliados a la Federación Obrera Chilena, otros son detenidos y juzgados por tribunales militares. El dirigente obrero Luis Emilio Recabarren (uno de los fundadores del Partido Comunista) es detenido durante dos meses por estos hechos. (8)
La Coruña, 1925. Cerca de Iquique, una huelga en la planta salitrera de La Coruña, durante la presidencia de Arturo Alessandri, termina con el desalojo y la muerte de numerosos obreros. Cerca de 2.000 huelguistas serán deportados al sur de Chile. El Ministro de Guerra era el general Carlos Ibañez del Campo, quien posteriormente será Presidente de Chile en dos ocasiones. (9)
Santiago, 1938. Un grupo de jóvenes del Partido Nacional Socialista toma el edificio del Seguro Obrero a un costado del Palacio Presidencial de La Moneda. Después de rendirse a los militares son ejecutados cerca de 63 jóvenes. (10)
Santiago, 1946. En la Plaza Bulnes, en el marco de una huelga nacional, mueren 6 trabajadores a consecuencia de la represión de la policía. (11)
Santiago, 1957. Por una huelga de estudiantes que más tarde involucra a sectores de trabajadores y a sectores marginales urbanos, se producen enfrentamientos con la policía en el centro de Santiago. A consecuencias de los cuales resultan 21 muertos. (12)
Santiago, 1960. En el contexto de un huelga nacional, personas de la población José María Caro, en el sur de Santiago, son reprimidas por el Ejército cuando intentaban impedir el paso de los trenes. Seis pobladores fueron muertos. (13)
El Salvador, 1966. Después de un largo movimiento huelguístico en los minerales de cobre de la zona norte, se producen enfrentamientos al momento de ser desalojados trabajadores que habían tomado la sede sindical de El Salvador. Ocho trabajadores fueron muertos. (14)
Puerto Montt, 1969. En una toma de terrenos en dicha ciudad del sur del país, mueren 9 pobladores al ser desalojados por la policía. (15)



2. La dictadura militar chilena
El 11 de septiembre de 1973, el gobierno constitucional del Presidente Salvador Allende es derrocado por un golpe de Estado, dirigido por una Junta Militar del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y los Carabineros de Chile.
El general del Ejército Augusto Pinochet asume el poder. La represión y la persecución militar contra los partidarios del régimen anterior, de los partidos de la izquierda y el movimiento popular comienza de inmediato.
Los primeros enfrentamientos armados entre Fuerzas Armadas y partidarios del gobierno de la Unidad Popular se producen en diversos puntos del país, en especial en los grandes centros urbanos.
En Santiago, el Palacio Presidencial, en el cual se encuentran en ese momento el Presidente, Ministros y colaboradores fue rodeado y atacado por tropas del Ejército y unidades de tanques. Las Fuerzas Armadas exigen la rendición incondicional del gobierno del Presidente Allende y al no conseguir dichos objetivos La Moneda es bombardeada por aviones de la Fuerza Aérea (FACH).
Después del bombardeo y de la muerte del Presidente son detenidos los sobrevivientes. Algunos serán ejecutados ahí mismo, otros pasarán a engrosar las listas de "detenidos no reconocidos" los que, con el correr del tiempo, serán conocidos como los "detenidos-desaparecidos".
Pasados algunos días, con el control político y militar absoluto de la situación, sin resistencia masiva u organizada se desencadenará una represión y persecución en contra del movimiento popular sin parangón en la historia de Chile. De inmediato, las nuevas autoridades toman medidas represivas para consolidar el golpe de Estado y legitimarse en el poder. Entre las más importantes, se pueden indicar las siguientes:
Represivas
  • Aniquilamiento de focos de resistencia popular armada en cordones industriales, poblaciones, campamentos, universidades, sectores rurales.
  • Represión en el interior de las Fuerzas Armadas y Carabineros, en contra de tropas y oficiales que se negaron a obedecer a los mandos golpistas.
  • Búsqueda, detención y/o muerte de funcionarios del gobierno de la Unidad Popular, de las direcciones políticas y militantes de los partidos de izquierda, de representantes de la Central Unica de Trabajadores (CUT), de responsables de medios de comunicación progresistas, de exiliados políticos latinoamericanos residentes, de extranjeros supuestamente sospechosos.
  • Negación de salvoconductos para salir del país.
  • Clausura de medios de comunicación no afines.
  • Control militar sobre universidades y otros centros de enseñanza.
  • Estado de Sitio y toque de queda nocturno permanente.
  • Campos de concentración de detenidos políticos en diversos puntos del país, el Estadio Nacional de Santiago, entre ellos.
  • Coordinación de los servicios de inteligencia de las FF.AA. y las policías. (16)
Políticas
  • Disolución del Parlamento.
  • Disolución de los partidos políticos de izquierda y receso de todos los demás.
  • Promulgación de Decretos-Ley contra el sistema legal y constitucional vigente, con la complicidad de la Corte Suprema de Justicia y la Contraloría de la República.
  • Disolución de todas las organizaciones populares a nivel municipal, provincial y nacional.
  • Control de toda actividad nacional en los niveles administrativo, educacional, poblacional. (17)
Económicas
  • Anulación del derecho de huelga.
  • Realización de despidos colectivos.
  • Congelación y disminución real de sueldos y remuneraciones, en el marco de una inflación galopante.
  • Reconsideración de la propiedad jurídica de las empresas del área social, devolución a antiguos propietarios.
  • Imposición de disciplina militar en el trabajo.
  • Liberación de precios de todos los productos de consumo de acuerdo con la economía de libre mercado.
  • Acuerdo con los Estados Unidos para el financiamiento de la deuda externa.
  • Indemnización de las empresas extranjeras afectadas por las nacionalizaciones del gobierno de Unidad Popular. (18)

El mismo día de la instauración del régimen militar se estableció un fuerte dispositivo represivo que significó la negación de los derechos civiles y políticos. Después de la clausura del Congreso Nacional, se decretó el Estado de Sitio, Estado de guerra interno, prohibición del derecho de reunión y organización. Las nuevas autoridades desconocieron la legitimidad de las instituciones democráticas y la sociedad fue conducida con lógica militar. Con la justificación del "enemigo interno" se cometen actos propios de las experiencias fascistas europeas: campos de detenidos, muertes, ley de fuga, torturas, allanamientos a domicilios y poblaciones, ejecuciones extrajudiciales, desaparecidos. (19)
Se aplica y profundiza la persecución con el pretexto de un supuesto plan de la izquierda para tomar el poder total. En efecto, para justificar su acción represiva, la Junta Militar, apelará a un supuesto "Plan Zeta", "un autogolpe marxista" que tenía por objetivo asesinar a militares chilenos. Al respecto, Orlando Letelier, ex-Ministro de Relaciones Exteriores, Ministro de Defensa Nacional al momento del golpe militar, asesinado posteriormente en un atentado terrorista en Washington por la DINA, en 1976, expresaba lo siguiente:
"Para justificar o intentar legitimar la masacre y la traición, se inventó primero el plan zeta. Según declaraciones oficiales de la Junta, consistía en el asesinato masivo de oficiales de las Fuerzas Armadas el día que en Santiago se esperaba llevar a cabo la Revista Militar preparatoria de 1973, que antecede a la llamada Parada Militar, que se efectúa en Chile el 19 de septiembre. [...] Nunca, no obstante, las campañas publicitarias que la Junta hacía a través de todos los medios de información que controla, y a pesar de los numerosos interrogatorios a que fui sometido, nunca se atrevieron a preguntarme si yo sabía algo siquiera del plan zeta. [...] Sin embargo, con el argumento del plan zeta y de la propaganda desplegada contra la opinión pública se pretendió, en los primeros meses siguientes al golpe, legitimar y justificar el asalto al poder y la muerte de miles de chilenos. (20)



3. La Doctrina de Seguridad Nacional en America Latina
Con el objeto de comprender un conjunto de factores que incidieron en el origen, desarrollo y formulación de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) en América Latina, creemos conveniente considerar los contextos históricos, políticos, económicos y sociales, nacionales e internacionales que fueron creando las condiciones de esta peculiar visión castrense de la Seguridad Nacional. Diversos autores han señalado que la Doctrina de Seguridad Nacional corresponde a la nueva ideología de los regímenes militares que se instalaron en el continente. (21) Otros señalan que los golpes institucionales de los militares marcan el término de un período en la historia política latinoamericana, dominada por el auge y crisis del sistema democrático.
No obstante, existe concordancia entre algunos investigadores en considerar que la aparición de la Doctrina de Seguridad Nacional a partir de la década del 60 constituye la innovación teórica militar contemporánea de mayor impacto político en el continente suramericano. Implica una concepción social global, pero desde un ángulo eminentemente militar. Además, dicha doctrina ha sido la tendencia más destacada para militarizar el concepto de seguridad de un país. (22)
Según el sociólogo colombiano Leal Buitrago (23), en el proceso de gestación de la Doctrina de Seguridad Nacional en América Latina se identifican siete factores básicos que influyeron en su origen:
a. La descolonización
La reacción contra los procesos de independencia de diversas colonias en Asia y Africa llevó a algunas potencias a formular principios y doctrinas de orden político y militar que contrarrestaran dichos procesos. Así, Francia con su experiencia en Indochina y Argelia teorizó sobre sus experiencias militares. Aquí surge la teoría de la "guerra revolucionaria" y las tácticas de la "contrainsurgencia" para combatir las acciones rebeldes. Constituyen elementos de partida para el desarrollo de la Doctrina de Seguridad Nacional.
b. Las ideologías de las revoluciones rusa y china
Con la revolución rusa de 1917 y la revolución china de 1949 se desarrolló la doctrina "marxista-leninista", la cual se proyectó a nivel mundial. Esta ideología fue adoptada por diversos movimientos anticolonialistas e independentistas y de liberación nacional del Tercer Mundo.
A partir de estas revoluciones algunos teóricos occidentales afirmaron que las formas tradicionales de guerra habían muerto y que era necesario diseñar nuevas formas de guerra, ya que se evolucionaba hacia la "guerra total". La DSN empleó la ideología de dominación del colonialismo y también adoptó principios de la doctrina maoísta para definir la contrarrevolución.
c. La guerra fría
Surgida de la bipolaridad política e ideológica entre EE.UU. y la URSS después de la Segunda Guerra Mundial, se inicia la competencia e influencia del control estratégico de las grandes áreas geográficas.
El control político de la Europa del Este por la URSS y el miedo al comunismo produjo en EE.UU., la reacción contraria que causó la aparición del llamado "Estado de Seguridad Nacional". La creación del Consejo de Seguridad Nacional y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) otorgaban a Estados Unidos un nuevo papel en el concierto mundial.
Estos acontecimientos supusieron el comienzo de la guerra fría. Se considero a la Unión Soviética como el enemigo principal, como el promotor de las guerras anticolonialistas y de los procesos de cambio social del momento. La DSN fue la expresión más acabada del papel militar latinoamericano en esta confrontación, de lado de EE.UU.
d. La geopolítica
Junto a las nociones de defensa nacional ligadas a la geopolítica europea vigentes en los ejércitos latinoamericanos, están también presentes la concepción de la "guerra total" del general alemán Erich von Ludendorff y la influencia de los principios militares de la España franquista.
Estos últimos se expresan en las enseñanzas de Primo de Rivera sobre la obligación militar de intervenir en política cuando lo "permanente" y no lo "accidental" de la sociedad está en peligro.
e. La revolución cubana
La revolución cubana constituye el elemento que proporcionó proyección a la formulación de la Doctrina de Seguridad Nacional. La influencia de este acontecimiento se manifestó en un mayor radicalismo de los partidos de izquierda y la aparición en algunos casos de una "nueva izquierda" que planteaba la lucha armada en el continente. Contra esta situación, la DSN aportó elementos ideológicos para combatir con todas las fuerzas a la "subversión".
f. La ausencia de políticas militares
La falta de políticas militares en muchos gobiernos y la no integración de éstas en la vida nacional, en tareas de desarrollo fue aislando a estos estamentos de la sociedad. Las Fuerzas Armadas fueron definiendo sus propias políticas de manera autónoma y sin sujeción al poder político vigente. En algunos casos, les lleva a participar activamente en política. La DSN les proporcionará un sosten ideológico y un papel específico.
g. La influencia de los Estados Unidos
Constituye el factor de mayor peso y permanencia que cohesionó y orientó un proceso que se extendió por más de dos décadas en el seno de las Fuerzas Armadas en América Latina.
El punto máximo de esta influencia se dió en los años 60 con una serie de concepciones, principios e ideologías denominados posteriormente y en conjunto como la Doctrina de Seguridad Nacional. La influencia de Estados Unidos en la región se verifica por cuatro elementos principales. (24)
1. El Panamericanismo
En 1945, se firmó el Acta de Chapultepec entre EE.UU. y las naciones de Latinoamérica. En el punto octavo del Acta, se planteaba la defensa colectiva del continente frente a la aún inconclusa guerra mundial, utilizando las Fuerzas Armadas latinoamericanas con las norteamericanas. Asimismo, el "Plan Truman" de 1946, que proponía la unificación continental, concordaba con dicha resolución.
Ambas iniciativas fueron el origen del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), firmado en Río de Janeiro en 1947. Los Estados Unidos se comprometieron ante el resto de naciones de la región a defender el continente de injerencias militares externas, permitiendo a éstas que se preocuparan de los problemas internos. Cabe resaltar que en la llamada guerra de las Malvinas entre Argentina e Inglaterra en 1982, EE.UU. no respeto dicho acuerdo pues tomó partido por la nación europea.
En 1952 y 1953, Estados Unidos propuso el Programa de Asistencia Militar (MAP) que fue la base para desarrollar programas de información y entrenamiento para que oficiales latinoamericanos siguieran cursos en Estados Unidos y posteriormente en la Zona del Canal en Panamá. Dichos cursos facilitaron la transferencia de la concepción norteamericana del Estado de seguridad nacional a los ejércitos de América Latina, conformando en los hechos, los primeros elementos conceptuales para el desarrollo de la DSN. (25)
2. Ideología política
Con la guerra fría, la geopolítica clásica de origen alemán e inglés fue retomada por Estados Unidos. Se planteó la necesidad de mantener el "status quo" como situación más segura, tanto en el plano nacional como internacional.
Se justifica la tutela hegemónica al considerar que el sistema democrático sólo es posible en las naciones modernas. De tal manera, se creyó necesario dar seguridad a los regímenes de los países atrasados frente a la influencia de la Unión Soviética. El apoyo a dictaduras civiles o militares fue una modalidad de esta visión.
En 1954, en la Conferencia Panamericana de Caracas se condenó el comunismo por primera vez de manera explícita y se mencionó el "aventurerismo" comunista como la causa principal de la "inestabilidad" en la región.
En los años sesenta se percibe la pobreza como otro factor importante de inestabilidad política. Surgen la Alianza para el Progreso, contra la pobreza y los programas ampliados de contrainsurgencia contra la subversión. Por otra parte, se frenan los procesos políticos de carácter reformista y se atenta contra los gobiernos considerados progresistas o de izquierdas. (26)
3. Estrategias Militares
Los Estados Unidos comienzan a aplicar en América Latina la estrategia de "contención". La disuasión era el concepto fundamental de dicha política. Para "disuadir" se requería una alta capacidad militar y la incorporación de los aliados regionales en la cruzada mundial contra el comunismo. La "guerra revolucionaria" se concretó como la estrategia del comunismo y el "enemigo interno" se convirtió en la amenaza principal.
4. Intervencionismo político
La gran mayoría de los golpes de Estado e intervenciones militares de este siglo en América Latina han sido apoyados o avalados directa o indirectamente por los gobiernos de Estados Unidos. Con la aparición de la DSN, la intervención de EE.UU. se hizo más evidente, ejemplos de estos son los golpes de Estado en Brasil (1964) y Chile (1973). (27)
El informe Rockefeller de 1969 juzgaba necesarias las dictaduras temporales como medida de seguridad continental. No obstante, el intervencionismo tuvo algunos efectos adversos para con los intereses de EE.UU. en la región como en Perú (1968-1975) o en Panamá (1968-1978) (28)


La formulación e implantación de la Doctrina de Seguridad Nacional en América Latina tiene expresiones concretas de acuerdo con las particularidades históricas, económicas y políticas de cada país.
Se considera a Brasil y Argentina, y en menor grado y más tarde Chile, como los países en los cuales se originó y se desarrolló la DSN. A juicio de Leal Buitrago se puede señalar que:
"La conclusión principal que se puede sacar de la formulación de la Doctrina de Seguridad Nacional en América Latina es que ésta fue, ante todo, un planteamiento ideológico y político, operacionalizado en la práctica de los golpes de Estado y formulado desde el punto de vista de una racionalidad eminentemente militar. Como tal no tuvo mayor importancia en el desarrollo institucional militar. Antes por el contrario, lo desvirtuó. Sí tuvo importancia, y bastante, en el aspecto político. Sus efectos de distorsión sobre las instituciones militares fueron profundamente negativos puesto que alteraron los cánones profesionales y desviaron los principios castrenses hacia otras funciones ajenas al quehacer militar. Las fuerzas armadas del continente se vieron envueltas en un proceso degenerativo." (29)



4. La Doctrina de Seguridad Nacional en Chile
De acuerdo con las especificidades de cada país, en el ámbito económico, político, cultural y considerando el contexto internacional, la aplicación de los contenidos de la DSN ha tenido determinadas características en el caso de Chile.
La implantación del modelo teórico de la Doctrina de Seguridad Nacional en Chile incluyó algunas variaciones, tales como la alteración progresiva del sentido corporativo de las Fuerzas Armadas y el fortalecimiento y continuidad en el tiempo de una dictadura personalista. Pinochet detentó el poder casi 17 años, la mayor parte de ellos como "Presidente de la República", después que el título le fuera concedido por sus pares jefes de la Marina, la Fuerza Aérea y el Cuerpo de Carabineros el 17 de Septiembre de 1974.
Buscando adecuar las ideas algunos militares chilenos analizan y discuten los contenidos teóricos de la doctrina, entre ellos Alejandro Cortés, Alejandro Medina Lois y Agustín Toro Dávila; y a partir de 1975 comienzan a emerger como base en los discursos presidenciales.
La ideología aparece clara en el discurso de Pinochet del 11 de septiembre de 1976, de celebración y reafirmación del aniversario del golpe, y en el llamado Discurso de Chacarillas, dirigido a la juventud, en 1977.
Resulta evidente en los discursos presidenciales posteriores la adopción de la idea de la guerra global, de que el enemigo es la Unión Soviética y que se está en los umbrales de la tercera conflagración mundial. No en vano en la Declaración de Principios del Gobierno (militar), el 11 de marzo de 1974, se estampó que "Chile no es neutral frente al marxismo".
Asumiendo los contenidos ideólogicos de la DSN, específicamente sobre el carácter de la guerra total contra el comunismo, el general Pinochet señalaba:
"En esta lucha, Rusia se aprovecha de todo lo que pueda ser útil para producir un cambio en la conducción política del país y poder así retomar lo que perdió en 1973. No importan los medios, importa el fin.
La guerra fría iniciada por Rusia en 1973 en contra de Chile ha sido a todo nivel a un costo que no se conoce en la historia de la humanidad, pues son millones de dólares que esta superpotencia ha empleado en contra de un pequeño pero valiente país". (30)
En el mismo discurso, confirmando la idea de la guerra total con carácter internacional, expresará:
"Dura realidad que ya no hace dudar que el mundo de hoy está en el umbral de la Tercera Guerra Mundial, y me atrevería a decir, incluso, que ya entró a ella, pues de qué otra manera podríamos calificar la cruenta expansión comunista, que sin pausa se extiende por el mundo y que ha significado la muerte de millones de hombres en distintas formas de combate, desde el término de la Segunda Guerra Mundial. (31)
Con respecto a la implantación de la DSN en Chile nos interesa analizar en particular, las transformaciones que ésta provocó en la estructura y funciones del Estado, ya que a través de esta institución se cometieron las más graves violaciones de los derechos humanos.
Según un estudio de Juan Pablo Corlazzoli (32), el análisis de la transformación de la estructura y las nuevas funciones asumidos por el Estado, se puede estudiar con relación a las siguientes categorías de análisis, tomando el caso de Chile.
a. Autolegitimación
Las Fuerzas Armadas se consideran como las garantes y salvadoras de la nación y de los valores permanentes establecidas en la tradición.
Se autolegitiman como los guardianes de la seguridad del Estado, frente al peligro externo y a la situación de crisis política e institucional. El Estado deja de ser neutro y asume oficialmente una doctrina, un proyecto y una política que se plantea como metas el establecimiento de los objetivos nacionales.
En Chile la autolegitimación fundamental del gobierno militar será la "lucha contra el marxismo y la construcción de la grandeza nacional". El discurso del general Pinochet de 1976 es un ejemplo:
"...frente al marxismo convertido en agresión permanente, será imperioso confiar el poder a las FF.AA. y de Orden, pues sólo ellas disponen de la organización, de los medios necesarios para hacerles frente. Esa es la verdad profunda de lo que pasa en una gran parte de nuestro continente, bien que algunos se niegan a reconocerlo públicamente. [...] Para enfrentar la acción del enemigo hay que establecer regímenes fuertes que puedan, además neutralizar a los que les permiten actuar." (33)
En el mismo sentido, de búsqueda de legitimación de su acción de guardar los valores superiores de la nación, se sitúa el Acta Institucional N°2 (1976).
"...las Fuerzas Armadas y de orden en cumplimiento de su deber esencial de resguardar la soberanía de la Nación y los valores superiores y permanentes de la chilenidad a justo y legítimo requerimiento de aquella, asumieron el 11 de septiembre de 1973, la conducción de la República con el fin de preservar la identidad histórica, cultural de la Patria y de reconstruir su grandeza espiritual y material." (34)

b. La concentración del poder en el Ejecutivo
El Poder ejecutivo es el responsable de la conducción estatal, que asumirá de forma exclusiva y monopólica la plenitud del poder, anulando la separación entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
En Chile, mediante los Decretos-Ley N°1 y N°128 de 1973, la Junta Militar tiene las potestades constituyente y legislativa, y el Presidente de la Junta, la potestad ejecutiva. Las potestades serán por tiempo indefinido, ya que el Acta de Constitución no especifica plazo.
Asimismo, el Ejecutivo se arroga la facultad de establecer los regímenes de emergencia y sólo en algunos casos consultar a la Junta.
Los Estados de Emergencia permiten suspender casi todos los derechos de las personas y de la sociedad civil. Así, por ejemplo, el Acta N° 4, artículo 3° y 4°, del 11 de septiembre de 1976, expresa:
Artículo 3°.
"En situación de guerra externa podrá declararse el estado de asamblea ; en caso de guerra interna o de conmoción interior, el Estado de Sitio; en el de subversión latente, el estado de defensa contra la subversión; y en el evento de calamidad pública, el estado de catástrofe."
Artículo 6°.
"Por la declaración de estado de defensa contra la subversión, el Presidente de la República sólo podrá restringir la libertad personal, la de informar y el derecho de reunión. Si lo estimare indispensable para impedir la materialización de la subversión, podra también suspender la libertad personal y el derecho de reunión; restringir la libertad de opinión y el derecho de asociación." (35)

c. La militarización del Estado y la política
A nivel nacional cabe mencionar aquí el papel relevante que ha jugado el "Consejo de Seguridad Nacional", organismo en el cual se encuentran los jefes de las Fuerzas Armadas y de orden cuya misión es velar por al seguridad del país y de los ciudadanos ante cualquier amenaza que a juicio de ellos lesione los "intereses de la patria".
La militarización del Estado consiste en el despliegue y el control de las fuerzas armadas sobre el conjunto del aparato del Estado y la fusión total o parcial entre los aparatos represivos y los otros aparatos del sistema de dominación política. (36)
Por ejemplo, el control y la vigilancia de los servicios de seguridad sobre diversas instituciones estatales será practicamente total e irá desde el municipio, los medios de comunicación hasta el Poder Judicial. En muchos casos, ese control se realizará mediante la vigilancia discreta de "colaboradores", el amedrentamiento u otras medidas.
Por otra parte, cualquier oposición al régimen es vista como una agresión a los intereses nacionales, reprimiéndose con "manu militare" la disidencia, cuya expresión ni siquiera está permitida. Esto implica trasladar concepciones y medidas del campo militar a la sociedad civil. Es una visión jerarquizada de la sociedad, autoritaria y sin conflictos.
Otra medida que tiende a militarizar el Estado y la política la constituye el nuevo papel de la justicia militar que, en muchos casos reemplaza a la justicia ordinaria. Numerosos juicios en contra de disidentes políticos serán juzgados por un fiscal militar.
d. Hegemonía de los altos mandos
En el seno de las Fuerzas Armadas se implementaron diversos cambios destinados a asegurar una mayor unificación y concentración del poder en los altos mandos que les permita más cohesión interna, homogeneidad y línea de mando única.
Asimismo, hubo cambios en los procedimientos de ascenso y nombramientos a grados superiores de generalato o equivalentes de las instituciones militares. Tradicionalmente los ascensos son establecidos a través de estudios, concursos o méritos de servicio. En cambio, con los nuevos criterios predominan los mecanismos de cooptación dirigidos por un jefe supremo o juntas militares.
e. Exclusión de la sociedad civil
Definiendo la sociedad civil como el conjunto de instituciones y relaciones que personas, grupos o sectores sociales se dan en el campo social, económico, político, social y cultural, ya sea a nivel público o privado, pero externo al Estado, se constata un proceso de exclusión constante de la discusión y tomas de decisiones que históricamente le había correspondido. (37)
El proceso de exclusión de los sectores populares y medios es todavía más creciente, agudizado por la imposición de los modelos económicos y sociales de dichos regímenes. A la vez éstos buscan desarmar y desmovilizar la actividad política y sindical de los movimientos sociales.
El caso chileno es obvio a partir de la toma del poder por los militares. Se decretan la ilegalización y receso de los partidos políticos, las limitaciones a los derechos gremiales o sindicales, la supresión de la autonomía universitaria.
f. El papel del nuevo Estado en el área económica y social
El nuevo Estado asume un rol secundario en el campo económico, traspasando a manos privadas empresas o industrias estatales, iniciando las llamadas "privatizaciones". Son vendidas a particulares áreas tradicionalmente estatales, tales como la educación, la salud, la previsión y los servicios públicos.
La economía será organizada en torno a la libre empresa, la libre competencia y la inversión privada extranjera. Se incentivará y se protegerá las exportaciones tradicionales y "no tradicionales" hacia los mercados extranjeros. Se reducirán todas las ayudas estatales al sector productivo o al sector de los servicios que sean considerados no competitivos en el mercado. Sin lugar a dudas, dichas medidas económicas y sociales van en perjucio de los sectores populares, causando posteriormente pobreza y marginalidad en las capas más desvalidas de la población. (38)
Al concluir el régimen militar, en Chile, según la estadística del Ministerio de Planificación Nacional, había 5 millones 212 mil pobres, de los cuales un millón 793 mil eran indigentes, es decir, carecían de ingresos suficientes para adquirir la canasta mínima de alimentación de sobrevivencia.


Biografía Presidente de la República – Sebastián Piñera Echenique

Sebastián Piñera Echenique nació en Santiago de Chile el 1 de diciembre de 1949. Hijo de José Piñera Carvallo (1917-1991) y Magdalena Echenique Rozas (1919-2000). En 1973 se casó con Cecilia Morel Montes. Tiene cuatro hijos y cuatro nietos.
Es Ingeniero Comercial con mención en Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Master y Doctor en Economía de la Universidad de Harvard, Estados Unidos.
Sebastián Piñera

El niño

Es el tercero de los seis hijos del matrimonio de José Piñera y Magdalena Echenique. De ellos recibió una educación cristiana, plural, con mucha libertad, sentido del deber y una fuerte vocación de servicio público.
En 1950 partió junto a su familia a vivir a Estados Unidos, donde su padre fue nombrado representante de la primera oficina en el extranjero de la Corporación de Fomento (CORFO).
A su regreso a Chile, ingresó al colegio de los padres alemanes del Verbo Divino donde realizó sus estudios primarios y parte de los secundarios (1955-1964). Allí se destacó como uno de los mejores alumnos de su curso y participó activamente del movimiento Scout.
Tras el triunfo del Presidente Eduardo Frei Montalva, (1964) que nombró a su padre Embajador de Chile en Bélgica, partió al Viejo Mundo donde hizo sus estudios secundarios en el colegio Saint Boniface de Bruselas. Entonces se empapó del espíritu de los grandes movimientos universitarios que en esos años soplaban por Europa. En 1967, cuando su padre asume la Embajada de Chile en la Organización de Naciones Unidas (ONU), volvió a Chile a su último año de colegio al Verbo Divino.

El estudiante

En 1968, ingresó a la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Desde un primero momento, comprendió que esta ciencia social tenía grandes posibilidades de mejor la calidad de vida de los más desposeídos. En 1971 se tituló como Ingeniero Comercial. Fue distinguido con el Premio Raúl Iver al mejor alumno de su promoción.
Viajó a Estados Unidos (1973) para obtener el Doctorado en Economía en la Universidad de Harvard. Su tesis, con la cual obtuvo el grado de Doctor, se tituló: “Economía de la Educación en Países en Desarrollo. Una Colección de Ensayos”.
En sus años como estudiante de la Universidad de Harvard se relacionó con destacados economistas, varios de ellos Premios Nobel, fue profesor ayudante y pudo apreciar el valor de la libertad, la democracia y las oportunidades de un país como Estados Unidos.

El hombre de familia

En 1973 se casó con Cecilia Morel Montes, orientadora familiar y juvenil del Instituto Carlos Casanueva, y licenciada en Familia y Relaciones Humanas de la Universidad Mayor. Ambos son padres de Magdalena (1975), Profesora de Historia y Geografía; Cecilia (1978), Médico Pediatra; Sebastián (1982), Ingeniero Comercial y Cristóbal (1984), Psicólogo.
En su tiempo libre, comparte con su familia y amistades todo tipo de actividades al aire libre, deportivas y culinarias. Es un gran lector, siendo su pasión la historia universal.

El académico

Volvió a Chile, en 1976, entonces se dedicó prioritariamente a la docencia impartiendo clases en las Facultades de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad de Chile, Universidad Adolfo Ibáñez y la Escuela de Negocios de Valparaíso.
Paralelamente, fue consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (1974-1976), consultor del Banco Mundial (1975-1978); y trabajó en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En esta última institución, participó activamente en un macro proyecto titulado “Mapa de la pobreza en América Latina y políticas para superarla” (1976).

El emprendedor

En 1979 obtuvo la representación para Chile de las tarjetas de crédito Visa y Master Card. Entonces, creó Bancard S.A. que permitió a los chilenos acceder a esta nueva forma de pago y crédito. Asimismo, participó en la creación de CMB S.A., Inmobiliaria Las Américas S.A., y Aconcagua, Editorial Los Andes S.A. Paralelamente fue el representante oficial de la transnacional Apple en Chile. Años más tarde, participó como accionista en las empresas Lan Chile, Chilevisión, Blanco y Negro, entre otras.

El servidor público

Para el Plebiscito del 5 de octubre de 1988, participó, junto a muchos otros compatriotas, en la recuperación de la democracia votando NO a la continuidad del Régimen Militar.
En 1989, junto a su esposa Cecilia Morel, creó (y aún mantiene) la Fundación Mujer Emprende (www.mujeremprende.cl). El objetivo de ésta fue fomentar la capacitación y desarrollo de mujeres jóvenes de escasos recursos.
En 1993, creó la Fundación Futuro. Sus objetivos fueron (y siguen siendo) aportar y acercar la cultura a todos los chilenos. Para ello se crearon los programas educativos “El arte se acerca a la gente”, “Yo descubro mi ciudad”, “Museo a la mano” y “Pasantías culturales para profesores”. Así mismo la Fundación puso en marcha proyectos ciudadanos tales como, “El Mapocho navegable”, “Transformación del Estero Margamar” y “Estadios para Chile”. (www.fundacionfuturo.cl)
La Fundación Futuro, ha desarrollado también iniciativas medioambientales. El 2005, en el sur de la isla de Chiloé, inaugura el Parque Tantauco. Allí, en una extensión de 140.000 hectáreas, que incluye 220 kms. de senderos y sitios de camping, los visitantes pueden hacer trekking, pesca y avistar aves y la ballena azul. En el parque se conservan y protegen ecosistemas y especies en peligro de extinción, se desarrolla investigación y se fomentan programas de ecoturismo sustentable. (www.parquetantauco.cl)
Adicionalmente, fue por muchos años consejero del Hogar de Cristo y participó de múltiples comisiones ad honorem, entre ellas, fue miembro del Consejo Asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Comisión Bicentenario, creada por el ex Presidente Ricardo Lagos.

El político

En 1989 fue candidato a senador independiente del Pacto Democracia y Progreso por la 8ª Circunscripción Región Metropolitana Oriente, resultando electo durante el periodo legislativo 1990-1998. Entonces ingresa a las filas de Renovación Nacional.
Durante su gestión como senador, integró las comisiones permanentes de Hacienda, Derechos Humanos, Salud y Medio Ambiente, y Bienes Nacionales. Su preocupación por el medioambiente se reflejó en la presentación del Proyecto de Ley sobre Protección del Ambiente y la Naturaleza.
Su espíritu democrático quedó de manifiesto en el Proyecto de Ley que modifica las Leyes Orgánicas Constitucionales de los partidos políticos; votaciones populares y Escrutinios y de Municipalidades, esto con la finalidad de permitir que se incluya en las elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales a candidatos independientes como candidatos de los partidos políticos, así como el Proyecto de Ley para simplificar los trámites de constitución de un partido político.
Otro proyecto en el cual participó fue el Proyecto de Ley que regula los principios jurídicos y éticos de las técnicas de reproducción humana y asistida y establece sanciones para los infractores de sus normas.
Durante su periodo legislativo fue elegido por sus pares como el mejor Senador, en conjunto con el entonces Senador Andrés Zaldívar.

El candidato

Fue Presidente del Partido Renovación Nacional entre 2001 y 2004. En el Consejo Nacional de Renovación Nacional, de mayo de 2005, fue proclamado candidato presidencial. En las elecciones presidenciales de diciembre de 2005, Sebastián Piñera obtuvo el 25,4% de los votos, Michelle Bachelet 45,9% y ambos pasaron a la segunda vuelta en enero de 2006. En dicha ocasión, Michelle Bachelet se impuso con el 53,5% de los votos. Sebastián Piñera obtuvo el 46,5%.
Desde entonces, centró su quehacer en tres grandes actividades: recorrió Chile escuchando las necesidades y demandas de la gente, acompañó a los candidatos de la Alianza por Chile en las Elecciones Municipales 2008 y creó los “Grupos Tantauco”, conformados por más de 1.200 profesionales integrados en 37 Comisiones de trabajo dedicadas a estudiar y proponer políticas públicas para el futuro Gobierno.
En mayo del 2009 se fundó la Coalición por el Cambio. Esta nueva alianza política convocó a los partidos políticos Renovación Nacional y Unión Demócrata Independiente, que eran parte de la Alianza por Chile, y además a nuevos referentes como Chile Primero, Humanismo Cristiano, Norte Grande e Independientes. Esta nueva coalición proclamó a Sebastián Piñera como su candidato oficial a la presidencia de la República.
La campaña presidencial estuvo cruzada por el contacto directo con los chilenos y chilenas, bajo el llamado al “Cambio, Futuro y Esperanza” y “Súmate al Cambio”. A pesar de la inexistencia de una Ley que lo obligara, en abril del 2009, siendo aún candidato a la Presidencia, entregó la gestión de su participación en sociedades anónimas abiertas a cuatro administradoras de fondo de inversiones, realizando así un Fideicomiso Ciego Voluntario.

El Presidente

En las elecciones presidenciales del 13 de diciembre del 2009, Sebastián Piñera obtuvo el 44% de los votos, pasando a segunda vuelta junto al candidato de la Concertación, Eduardo Frei Ruiz-Tagle. En el balotaje del 17 de enero del 2010, con el 51,6% de los votos, Sebastián Piñera se convirtió en Presidente electo.
El 11 de Marzo de 2010, en el Congreso Nacional, Sebastián Piñera es investido como el 38° Presidente de la República de Chile.
En sus primeros meses como Presidente de Chile, Sebastián Piñera ha llevado a cabo un gobierno con fuerte énfasis en la excelencia, el sentido de urgencia, el compromiso de metas y resultados concretos y la constante rendición de cuentas.
Al asumir su cargo, debió enfrentar simultáneamente la emergencia derivada del terremoto y tsunami del 27 de febrero y el despliegue de su programa de gobierno. Los efectos del movimiento telúrico le quitaron la vida a más de medio millar de chilenos, siendo la catástrofe natural que mayor daño material ha producido en el país. Sin embargo, el Gobierno echó a andar un plan de reconstrucción que tiene como plazo cuatro años.
Las principales medidas desarrolladas durante su primer año de gobierno han sido recuperar la capacidad de crecimiento (5,2% proyección 2010), creación de 385.000 nuevos puestos de trabajo, reducción de la tasa de desempleo, creación de 30 Liceos de Excelencia, incremento de la subvención escolar preferencial, ley sobre Calidad y Equidad de la Educación, reducción de las listas de espera de enfermedad AUGE en 62%, entrega del Bono Marzo 2010 a 3.800.000 personas, la Reforma a Ley Antiterrorista y a la Justicia Militar, el proyecto de ley sobre femicidio, reforma constitucional para el reconocimiento de los pueblos originarios, agenda destinada a profundizar y perfeccionar la democracia, 10.000 nuevos Carabineros y 1.000 nuevos OPP-PDI y la reducción de hogares victimas de delito y personas con alto temor a la delincuencia a los niveles más bajos de la última década.
La tragedia de los 33 mineros, que permanecieron 70 días a aproximadamente 700 metros de profundidad, estremeció y conmovió al país y al mundo entero. Los esfuerzos por rescatarlos hicieron visible el significado de la nueva forma de gobernar y reforzó el espíritu nacional y la evidencia de lo que podemos lograr.
El objetivo sigue en pie: crear una sociedad donde todos cuenten con oportunidades para conseguir la realización personal, con las seguridades necesarias para tomar los riesgos que suponen el emprendimiento, la innovación y el esfuerzo, y donde se aseguren valores como el respeto a la vida, la libertad, la responsabilidad personal, familiar, la diversidad y el cuidado del medio ambiente

El Golpe de Estado de 1973, La Junta Militar de Gobierno, La DINA

    Asesinato de Orlando Letelier, 21 de septiembre de 1976

Orlando Letelier
Tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, que llevó a Agusto Pinochet  al poder, Letelier  fue detenido y torturado, siendo enviado a una prisión política en la isla Dawson, en el Estrecho de Magallanes. Después de su liberación, fue a Washington en 1974, donde trabajó para restaurar la democracia en Chile
Orlando Letelier fue asesinado al explotar una bomba colocada debajo del piso del vehículo en que se movilizaban el 21 de septiembre de 1976. El coche bomba también mató a la ayudante estadounidense de Orlando Letelier, Ronni Moffit.
El asesinato de Letelier era la parte de un esfuerzo coordinado por varias dictaduras militares en América Latina para intimidar y asesinar a sus opositores políticos. Este esfuerzo, conocido como la Operación Cóndor contó con la cooperación de los  Estados Unidos e incluyó naciones como Brasil, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay y Bolivia
Destacado aviador, egresa como subteniente de la Escuela de Aviación en 1940. Estando en el cargo de general, fue nombrado jefe del Estado Mayor de la institución y Comandante de la Guarnición Aérea El Bosque. En 1973, Salvador Allende lo nombra comandante en jefe de la Fuerza Aérea. Integró la Junta de Gobierno el año 1973, siendo destituido en 1978.

Manuel Contreras, dirigente  da Dina
El 11 de septiembre de 1973, un golpe de Estado al mando de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, terminó con el mandato de Salvador Allende. Tropas del ejército y aviones de la Fuerza Aérea atacaron el Palacio de La Moneda (la sede de gobierno), donde Allende se suicidó antes de ser capturado.

• La Junta Militar de Gobierno

La Junta Militar debía gobernar como cuerpo colegiado de acuerdo a lo acordado por los generales golpistas. La presidencia le correspondió al general Augusto Pinochet, por ser comandante en jefe de la rama más antigua de las Fuerzas Armadas. Según la idea original, la presidencia de la Junta seria rotativa, pero esto nunca se cumpliría.

Como era necesario que existiese alguien que hicera las veces de cabeza de Gobierno visible, se estableció por el decreto ley N° 527 de 1974, que el presidente de la Junta ejercería el poder ejecutivo, con el título de Jefe Supremo de la nación, a pesar que éste no tenía relación con los poderes que obstentaba. Un nuevo decreto ley le confirió más tarde, en diciembre de ese mismo año, el título de presidente de la República.

El poder que adquirió Pinochet con este nombramiento fue enorme, teniendo la facultad de nombrar y remover a su arbitrio, ministros, intendentes y alcaldes. Además mantenía su puesto en la Junta, con el derecho a voto que tenían todos sus integrantes. Pudo hacer que la Junta aprobase la gran mayoría de sus proposiciones, ya que tenía seguro el voto del director general de Carabineros, general César Mendoza Durán, y la antigua amistad con el comandante en jefe de la Armada, almirante José Toribio Merino, le facilitaba su acuerdo.6 Sería el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general Gustavo Leigh, con el que Pinochet tendría los mayores roces, desencadenándose una rivalidad que sólo se resolvería en 1978.

• La DINA

A inicios de 1974 fue creada oficialmente la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) por el decreto ley N° 521 (aunque funcionaba de facto desde fines de 1973). Esta Dirección quedó a cargo del teniente coronel de ingenieros Manuel Contreras.7 La DINA tenía facultades para detener y confinar personas en sus centros operativos durante los estados de excepción. Como estos estados duraron casi toda la dictadura, la DINA tuvo estas facultades durante toda su existencia.

Esta organización tuvo la tarea de enfrentarse a un enemigo que, de acuerdo a la visión política de la Junta Militar, era la sedición marxista. Entrenados en la Escuela de las Américas, los agentes de la DINA iniciaron una campaña de represión, focalizado principalmente en el GAP (Grupo de Amigos Personales de Allende, su guardia personal) con sesenta muertos, el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionario) con 400, el Partido Socialista de Chile con 400 y el Partido Comunista con 350.8 La DINA empleó el secuestro, la tortura y el asesinato. Tenía también agentes internacionales, siendo el más destacado el estadounidense Michael Townley, quien asesinó a Carlos Prats en Buenos Aires y a Orlando Letelier en Washington, DC. Su otro dispositivo internacional era la Operación Cóndor, de cooperación ente los diversos organismos de inteligencia de las dictaduras latinoamericanas de contrainsurgencia, con el objetivo de contener cualquier elemento de izquierda.9 Sólo se detendría su funcionamiento al ser reemplazada por la CNI (Central Nacional de Informaciones), y Contreras por Odlanier Mena.10 Contreras después afirmaría que todo lo que realizó fue por órdenes superiores, y que el jefe de la DINA era el general Pinochet.11

• 1978

En 1978, la dictadura militar enfrentó uno de sus momentos más complejos. El régimen recibió la condena mundial por el asesinato de Orlando Letelier en Washington DC, la polémica con el general Leigh y su expulsión, y el clímax del Conflicto del Beagle con Argentina que casi desemboca en un enfrentamiento bélico.

• Letelier

Las primeras malas noticias para el régimen venían desde Estados Unidos. El atentado explosivo contra Orlando Letelier era más de lo que ese país podía aguantar. Las investigaciones correspondientes les revelaron que durante el atentado a Letelier habían pasado por el país dos agentes de la dictadura: Juan Williams y Alejandro Romeral, identidades que eran falsas, y que el fiscal identificaría gracias a información proveniente de Paraguay (lugar donde se realizó la falsificación de los pasaportes) como el estadounidense Michael Townley y el capitán del Ejército Armando Fernández, ambos agentes de la DINA. Fernández fue el que investigaba las acciones diarias de Letelier, preparando la información para que Townley, junto a exiliados cubanos, prepararan la bomba que terminaría con la vida del ministro de Allende. El gobierno de los Estados Unidos, enfurecido por la situación, exigió la entrega inmediata de Townley, por su condición de estadounidense, a lo que Chile respondió rápidamente, por el temor al corte de relaciones diplomáticas. Se exigió además la extradición de Contreras y la de Fernández, pero la Corte Suprema denegó la extradición, ya que, se argumentaba, la única prueba que poseían en su contra eran las declaraciones de Townley. Otros sectores afirmaron que esta defensa era errónea, argumentando que también se tenían los pasaportes falsos y el testimonio de los cubanos exiliados. El caso Letelier no fue perdonado por la amnistía de 1979. Estados Unidos reaccionó con el Filipinazo.

• Leigh

Uno de los más graves problemas del caso Letelier fue la ruptura definitiva entre Leigh y Pinochet, aunque era un enfrentamiento que venía gestándose desde el principio del régimen. Leigh tenía ideas políticas muy diferentes a las del presidente de la Junta, empezando por la molestia que sentía el aviador hacia el dictador por el protagonismo de este último, siendo que Leigh se consideraba el planificador del golpe, en lo económico aspiraba a un estilo más clásico, diferente al del planeado por los Chicago Boys, y en lo político deseaba colocar plazos para el retorno de la democracia. Sus declaraciones al diario italiano Corriere della Sera gatillaron la crisis. Allí dirigió duros ataques a Pinochet y su política, hablando de que el régimen militar había devenido en una «dictadura personalista» y de que «consideraría muy seriamente» su posición en la Junta, si el régimen hubiera tenido algo que ver con el caso Letelier. Pinochet, Merino y Mendoza le pidieron una retractación por estas palabras, que habían dado la vuelta al mundo, pero Leigh se negó pese a los consejos de Merino y de los ministros civiles. Los otros miembros de la Junta le dieron la opción de renunciar o lo destituirían. Él no lo aceptó, ya que el estatuto de la Junta especificaba que un miembro solo podía ser destituido por imposibilidad física o psíquica, y además tenía el apoyo de casi toda la cúpula de la Fuerza Aérea. Finalmente los restantes miembros, invocando las atribuciones contenidas en el estatuto de la Junta, lo destituyeron mediante el decreto Nº 624 de 24 de julio de 1978, que expresaba que: «el general Leigh se encontraba absolutamente inhabilitado para continuar ejerciendo sus funciones» (al remitirse dicha decisión a la Contraloría, ésta lo consideró jurdídicamente como un decreto ley); mientras el ejército cercaba todas las bases de la Fuerza Aérea. Diecisiete generales lo apoyaron y renunciaron junto a él, pero eso no impidió nada. Fernando Matthei, el elegido por la Junta, tomó inmediatamente la posesión de sus dos nuevos cargos.  

René Schneider Chereau: 1913-1970.... Defensor del constitucionalismo de las Fuerzas Armadas

FOTO: René Schneider Chereau
Nació en la ciudad de Concepción, el 31 de diciembre de 1913. En 1929, cuando tenía 15 años de edad, ingresó como cadete a la Escuela Militar, de donde egresó tres años después con el grado de subalférez.

En 1933 fue destinado al Regimiento Buin, y fue trasladado al Regimiento Esmeralda al año siguiente.

En 1935 ascendió a subteniente, y a teniente en 1937. Dos años más tarde fue destinado a la Escuela Militar, y en 1944 —año en que ascendió a capitán e ingresó como alumno a la Escuela de Infantería— fue trasladado al Regimiento Maipo.

En 1947 entró a la Academia de Guerra, donde en 1950 se desempeñaría como profesor de Táctica; el mismo año fue docente en la Escuela de Infantería.

En 1951 ascendió a mayor y fue designado secretario de estudios de la Academia de Guerra, tarea que realizó hasta 1953, cuando fue enviado a Washington en misión militar. A su regreso a Chile (1954) fue destinado al Cuartel General de la 1era. División; asumió como secretario de Estudios de la Escuela Militar en 1956, y volvió a impartir clases en la Academia de Guerra, en 1957.

Ese mismo año ascendió a teniente coronel y a coronel en 1963. Fue designado agregado militar en Paraguay (1963), de donde regresó un año después.

En 1967 fue nombrado director de la Escuela Militar, y al año siguiente director de Operaciones del Cuartel General del Ejército. Tras ascender al grado de general de brigada, se desempeñó como comandante de la 2a. División (1968). Fue comandante de la 5ta. División en 1969.

Compañero generoso, pintor y músico

Reconocido eran entre sus amigos el humor, la sencillez y la solidaridad del general Schneider. En 1948, con motivo de haber ganado un premio en la Lotería, compartió la mitad con un compañero que atravesaba por una mala situación económica.

La sensibilidad del general Schneider se expresó también en la pintura, inclinándose por el estilo romántico e impresionista. Tenía un altillo con sus telas y pinturas, pensando dedicarse a ellas cuando pasara a retiro.

“No sé cuándo empecé a pintar —señalaba—. Hará unos veinte años. Es mi hobby, pues jamás estudié pintura”. Algunas de sus telas colgaban de las murallas de la Academia de Guerra.

La música era también una de sus grandes pasiones, en especial la clásica. Compartía estas aficiones, además de la Filosofía y la Literatura, con su esposa, Elisa Arce, con quien tuvo cuatro hijos, y también con su amigo y compañero, Carlos Prats.

El tacnazo

En octubre de 1969, el general Roberto Viaux lideró un levantamiento del Ejército en el Regimiento de Artillería Tacna, en Santiago, conocido como el tacnazo. Dicha situación le costó la salida al entonces comandante en jefe del Ejército, general Sergio Castillo Aránguiz, quien fue llamado a retiro.

De esa forma, el general René Schneider asumió como comandante en jefe del Ejército el día 22 de octubre. En esa ocasión señaló estar orgulloso de dirigir una institución “cuya trayectoria profesional y cuyos fundamentos doctrinales y de principios permanecen inconmovibles e inalterables frente a quienes han pretendido perturbar su normal conducta de acción”.

Respeto a la leyes y la Constitución

Al mando del Ejército, el general Schneider intentó transmitir su estricto respeto a las leyes y la Constitución, a fin de evitar la politización en ese cuerpo armado.

Asimismo, quiso detener las tendencias deliberativas surgidas entre los uniformados después del tacnazo de Viaux, tendencias que se agudizaron con la elección de Salvador Allende como Presidente de la República.

La Doctrina Schneider o el rol de las Fuerzas Armadas

La campaña presidencial de 1970 tuvo al general Schneider como un importante protagonista.

En mayo de ese mismo año, el comandante en jefe del Ejército declaró en una entrevista, con respecto a las elecciones de septiembre, que “el Ejército es garante de una elección normal, de que asuma la Presidencia de la República quien sea elegido por el pueblo en mayoría absoluta, por el Congreso Pleno en caso de que ninguno de los candidatos obtenga más del 50 por ciento de los votos”.

Ante la insistencia de la prensa por saber la posición de las Fuerzas Armadas sobre un eventual triunfo de Allende en el Congreso, el general reafirmó su postura constitucionalista: “Insisto en que nuestra doctrina y misión es de respaldo y respeto a la Constitución Política del Estado. De acuerdo con ella, el Congreso es dueño y soberano; nuestra misión es hacer respetar su decisión”.

Las declaraciones del general, que expresaban su posición en torno al rol de las Fuerzas Armadas dentro de la institucionalidad democrática vigente, se conocerían luego como la “Doctrina Schneider”.

El triunfo de Allende y el comienzo de las conspiraciones

Una vez conocido el triunfo de Salvador Allende en las elecciones presidenciales de 1970 —ganador por mayoría relativa—, en sectores de oposición al candidato socialista comenzaron a planificarse las acciones a fin de evitar su ratificación en el Congreso Pleno. La estrategia de este sector perseguía designar a Alessandri como Presidente de la República; luego, este renunciaría y se llamaría a nuevas elecciones, en las que se presentaría Eduardo Frei Montalva.

Del mismo modo, sectores de derecha y un grupo de uniformados, a fin de presionar al Congreso y provocar el caos institucional, idearon un plan que perseguía el secuestro de las máximas antigüedades del Ejército.

El secuestro del general René Schneider era el denominado Plan Alfa. Sin embargo, el intento del comandante en jefe del Ejército de oponer resistencia a esta acción, terminó en su muerte.

El asesinato del general: “A las 8.20 horas...”

El 22 de octubre de 1970, faltando dos días para la sesión del Congreso Pleno, se llevó a cabo el llamado Plan Alfa. Según se estableció en el parte policial: “A las 8.20 horas más o menos, en circunstancias que el señor Comandante en Jefe del Ejército, general señor René Schneider Chereau, se dirigía a su despacho en automóvil fiscal conducido por el cabo chofer Leopoldo Mauna Morales, por calle Martín de Zamora en dirección al poniente, al enfrentar el número 4420 fue interceptado por un vehículo que chocó al que viajaba el señor general, vehículo este que fue rodeado por cinco individuos, uno de los cuales haciendo uso de un elemento contundente, similar a un combo, rompió el vidrio posterior izquierdo y luego disparó contra el general Schneider, impactándolo en la región del bazo, en el hombro izquierdo y la muñeca izquierda”.

Se decretó estado de emergencia y todos los sectores repudiaron la acción. Tres días después, el 25 de octubre, el general murió en el Hospital Militar a causa de las heridas.

Las acciones judiciales llevadas a cabo, apuntaron al general (R) Roberto Viaux como autor intelectual del atentado. Este fue finalmente desterrado a Paraguay.

Su legado

Sin duda, el mayor legado del general René Schneider fue su doctrina institucional, posición que defendió en un momento crítico de la historia de Chile y que, al final, le costó la vida.

La Doctrina Schneider caló hondo un muchos militares, siendo su sucesor en la comandancia en jefe del Ejército, el general Carlos Prats, uno de los continuadores de este principio profesional.      

Carlos Prats González: 1915-1974......Militar constitucionalista

FOTO: Carlos Prats González
Nació el 2 de febrero de 1915, en Talcahuano, y fue hijo de Carlos Prats Risopatrón e Hilda González.

Vivió su infancia en su ciudad natal, donde también cursó sus estudios primarios. Continuó su enseñanza en el Liceo de Concepción, donde desarrolló su afición por la Filosofía y la Literatura.

Luego se trasladó a Santiago, para ingresar a la Escuela Militar, lo que hizo en 1931, a los 16 años. Allí realizó una brillante carrera, egresando como el mejor alumno en 1934. Ya en esa época, según señaló después en sus memorias, “había aprendido la lección de que el Ejército es una institución que no tiene derecho a usar ilegítimamente las armas —que el pueblo le entrega para la soberanía patria— contra sus propios compatriotas”. Durante sus años en la Escuela, destacó en equitación y esgrima, y también en las materias humanistas y científicas.

Siguió el curso regular en la Academia de Guerra, de la cual egresó en 1949 como mejor alumno, seguido de René Schneider. En dicho establecimiento dictó clases de Historia Militar, Estrategia y Logística. Su viaje a Estados Unidos, para asistir como alumno a la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército de ese país, fue importante en su formación de estratega.

En 1957, con el grado de mayor, ocupó el puesto de jefe del Departamento Confidencial de la Subsecretaría de Guerra. Fue destinado también a cumplir misiones en el grupo de Artillería a Caballo Nº 3 Velázquez. Comandó asimismo los regimientos de Talca, Santiago y Concepción. En 1964 fue designado agregado militar en Argentina.

En 1967 fue ascendido a coronel, y al año siguiente a general de brigada. En 1969 ascendió a general de División, comandando la 3a. División del Ejército. También desempeñó la tarea de jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional.

El escritor

En 1957, cuando era mayor y trabajaba en el Departamento Confidencial de la secretaría de Guerra, escribió un ensayo titulado Benjamín Vicuña Mackenna y las Glorias de Chile, recibiendo una mención de honor en el concurso del Memorial del Ejército de Chile, en abril de ese año. Ese texto fue reeditado en 1973.

Sus dotes literarias también lo llevaron a participar en el 8avo. Concurso de Cuentos organizado por el diario El Sur de Concepción, oportunidad en que también fue premiado y publicado su cuento Tribunal de Honor, el 9 de febrero de 1969.

En 1985 salieron a la luz pública las memorias del general, bajo el título Testimonio de un Soldado. En ese libro, más que hacer una autobiografía, Prats quiso explicar la relación entre el soldado y la democracia constitucional.

El asesinato de Schneider

El triunfo de Salvador Allende en las elecciones presidenciales de 1970, generó una serie de acciones tendientes a impedir su llegada a La Moneda.

El 22 de octubre de ese año, dos días antes de la ratificación de Allende por el Congreso Pleno, el comandante en jefe del Ejército, general René Schneider, fue baleado y tres días después murió.

El Presidente Eduardo Frei Montalva designó al general Carlos Prats González como nuevo comandante en jefe del Ejército; fue ratificado por el Presidente Allende.

Las palabras de Prats al asumir el mando pusieron de manifiesto la línea constitucionalista del alto oficial, al igual que su antecesor: “Ante el alevoso asesinato del Comandante en Jefe del Ejército de Chile que ha estremecido al país entero, los chilenos se han arrodillado para elevar sus plegarias al cielo, en un anhelo supremo de que vuelva la cordura a los espíritus y que impere la concordia ciudadana, para que no desintegremos la comunidad nacional y marchemos adelante en genuina democracia, optando por la ruta constructora del sacrificio solidario”. El 2 de noviembre Prats asumió su nueva responsabilidad.

El rol de las Fuerzas Armadas

Al igual que el general Schneider, el general Prats fue un constante defensor del constitucionalismo al interior de las Fuerzas Armadas. Su doctrina señalaba que la función del Ejército es exclusivamente profesional, siendo su misión permanente la de garantizar la soberanía nacional, estándole vedado deliberar frente a las alternativas políticas. “La disciplina y la cohesión institucional son el factor fundamental para el cumplimiento de su rol”, sostenía el general.

El gabinete de Paz Social: Prats, ministro de Allende

A mediados de 1972 —en un marco de creciente inestabilidad política, social y económica— se llevó a cabo el paro de los transportistas y comerciantes, hecho que generó la formación de un gabinete militar.

El 21 de octubre el Presidente Allende se reunió con los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y con el director general de Carabineros, para señalarles la necesidad de requerir la colaboración de las Fuerzas Armadas en funciones de gobierno.

El día 2 de noviembre se constituyó el gabinete militar, denominado de Paz Social, en que el general Prats asumió el Ministerio del Interior.

Durante el gobierno de Allende, el general desempeñaría también funciones de ministro de Defensa y Vicepresidente de la República.

Respecto a Allende, el general señaló: “No compartí su ideología marxista, pero lo enjuicio como uno de los gobernantes más lúcidos y osados del Chile del siglo XX y, al mismo tiempo, el más incomprendido”.

Salida del gobierno y del Ejército

El ambiente político y social en 1973 era en extremo difícil. La presión para destituir al Presidente Allende, por parte de los opositores al gobierno, era inmensa. El hostigamiento a las Fuerzas Armadas, también.

Con ese telón de fondo se dio el tancazo, sublevación de una parte del Ejército (29 de junio), que sacó sus tanques a la calle. Ello hizo presagiar el golpe de Estado. El general Prats —ante la tensa situación y la aguda politización de las Fuerzas Armadas, que provocaba fraccionalismo al interior de ellas— decidió renunciar al gobierno y retirarse de la institución.

El 23 de agosto presentó su renuncia y se acogió a retiro. Después señaló que lo hizo porque “no quería quebrar al Ejército”.

El viaje a Argentina

Tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, y habiendo fracasado su postura constitucionalista, el día 15 de septiembre el general Prats abandonó el país rumbo a Argentina, lugar donde había sido agregado militar.

En Buenos Aires trabajó como contador público, además de escribir algunos artículos en el diario La Opinión con el seudónimo de Aristarco, el mismo nombre que usó antes para firmar sus escritos.

Esos artículos, se referían sólo a cuestiones de tipo internacional. Allí también se dedicó a terminar sus memorias, las que no alcanzaría a ver publicadas.

Atentado en Buenos Aires

En 1974, enmarcada dentro de la Operación Cóndor, se produjo la muerte del general Carlos Prats y de su esposa, Sofía Cuthbert, quienes fueron víctimas de un atentado.

A las 00.50 hrs. del 30 de septiembre, el general Carlos Prats regresaba de una cena en casa de Ramón Huidobro, ex embajador de Chile en Argentina. Acompañado de su esposa, con quien llevaba 30 años de matrimonio y tenía tres hijas, llegó a su domicilio en el barrio de Palermo. Al bajar de su automóvil y tras una balacera, se sintió una gran explosión que acabó con la vida del matrimonio Prats-Cuthbert.        

Bernardo Leighton Guzmán:1909-1995...Destacado político democratacristiano

FOTO: Bernardo Leighton Guzmán
Nació el 16 de agosto de 1909, en Nacimiento, localidad ubicada en la región del Biobío. Fue hijo de Bernardino Leighton, abogado conservador, y de Sinforosa Guzmán. Desde pequeño Bernardo fue un niño enfermizo y frágil, tanto así que su padre, preocupado por la salud de su hijo, pidió su traslado a la ciudad de Los Ángeles.

En 1921, a edad de 12 años, se alejó de su hogar para estudiar en régimen de internado en el Seminario de Concepción. Un año más tarde, ingresó al Colegio San Ignacio, en Santiago, en donde fue el mejor alumno de su curso.

En 1927 ingresó a la Universidad Católica a estudiar Leyes. Allí conocería a quienes fueron sus amigos y correligionarios políticos de toda la vida: Eduardo Frei Montalva, Jorge Rogers Sotomayor y Rafael Agustín Gumucio.

Al amparo de las enseñanzas de su maestro y líder espiritual, Rafael Luis Gumucio —padre de su amigo—, patriarca del Partido Conservador, Leighton inició sus primeros pasos en la política. En sus primeros años de universidad, se convirtió en líder de la Juventud de la Acción Católica. Posteriormente, y tras la influencia del rector de la Universidad Católica, monseñor Carlos Casanueva, ingresó al Partido Conservador, donde compartió filas con Frei Montalva.

Pese a las prohibiciones del rector Casanueva de que los estudiantes participaran en protestas callejeras, Leighton se rebeló y abandonó la Acción Católica para conducir en su universidad el movimiento contra la dictadura. El 22 de julio de 1931 encabezó el apoyo a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, que se había tomado la Casa Central. Dicha acción fue clave en el derrocamiento de Ibáñez.

Un hombre conciliador

Tras la caída de Ibáñez, el 1 de septiembre de 1931 se produjo el motín de la Escuadra Nacional, mientras gobernaba el país como Vicepresidente Manuel Trucco Franzani. Este hizo explosión cuando el ministro de Hacienda, Pedro Blanquier, dispuso reducir el presupuesto de las Fuerzas Armadas. Las posiciones se extremaron, al punto de que el gobierno había enviado la orden de aplastar la rebelión. Fue entonces cuando surgió el nombre de Leighton, quien fue enviado por el ministro del Interior, Marcial Mora, para mediar.

El joven dirigente estudiantil logró persuadir a los rebeldes, evitando un desenlace trágico.

Acciones como esta le valieron ser conocido en el mundo político como “El Hermano Bernardo”.

Su gran amor

En 1940 Leighton conoció a quien sería su esposa y el amor de su vida, Anita Fresno, una joven de buena familia, hermana de quien fuera muchos años después arzobispo de Santiago, Juan Francisco Fresno. En marzo de ese año comenzaron su romance, y en agosto siguiente contrajeron matrimonio; no tuvieron hijos.

Pensamiento político

Bernardo Leighton se formó en las filas del Partido Conservador, pero su más fiel creencia lo llevó por el camino de la doctrina socialcristiana, que exigía, según su propio juicio, un ambiente de libertad en el cual la lucha por las ideas dignificara al hombre.

Siendo abogado, Leighton puso su profesión al servicio de los más pobres, asesorando legalmente a los sindicatos de trabajadores. En ello trabajó durante años, haciendo en paralelo su carrera política. La influencia de las encíclicas sociales Rerum Novarum y Quadragessimo Anno publicada en 1933, lo llevó a ingresar (1934) a la Juventud Conservadora, que se había distanciado del Partido Conservador para formar una nueva instancia política.

Nace la Falange Nacional

En octubre de 1935, Leighton fue proclamado como presidente de la Juventud del Partido Conservador. Junto a otros, como Frei Montalva, Manuel Garretón, Radomiro Tomic y Rafael Gumucio, expresó que la tarea esencial de un joven conservador sería la difusión de la doctrina social de la Iglesia. Para ello, se decidió crear al interior de la juventud un órgano que cumpliera con esta misión: así nació la Falange Nacional.

Su carrera política

Leighton tenía sólo 27 años cuando el Presidente Arturo Alessandri lo llamó en 1937 a formar parte de su gabinete como ministro del Trabajo. En la década que comenzó en 1950, bajo el gobierno de Gabriel González Videla, fue ministro de Educación. No obstante, su oposición al gobierno de Videla por la llamada Ley Maldita, lo dejó fuera del gobierno.

Su carrera política llegó a la cima durante el gobierno del Presidente democratacristiano Eduardo Frei Montalva, de quien Leighton fue jefe de la campaña presidencial. Se desempeñó como ministro del Interior y en cuatro oportunidades como Vicepresidente de la República. Posteriormente, fue elegido diputado por el primer distrito de Santiago en 1969, y reelecto en 1973 por el mismo distrito.

Exiliado en Roma

En noviembre de 1973 Bernardo Leighton fue invitado junto a su esposa, por el Presidente de la Unión de Juventudes Demócrata Cristianas de Italia, Gilberto Bonalumi, para explicar lo que ocurría en Chile. En septiembre de 1974, cuando se disponía a volver con su esposa, la Junta del Gobierno Militar publicó un decreto que les prohibía la entrada a Chile. Comenzó así un triste exilio.

Atentan contra sus vidas

El 5 de octubre de 1975, Bernardo Leighton y su esposa fueron víctimas de un atentado a bala en la puerta de su casa, en Roma. Tras este, su salud se deterioró, mientras que Anita Fresno quedó inválida de por vida, luego de recibir un balazo en la médula espinal.

En 1978 el Gobierno Militar le permitió regresar a su patria. Luego de volver, se retiró de la vida política. Sin embargo, nunca dejó de manifestar, conforme a sus principios, el anhelo de volver a la tradición democrática del país y restituir el Estado de Derecho.

Bernardo Leighton murió el 26 de enero de 1995.