domenica 29 maggio 2011

Reglamento Constitucional de 1812.

La Otra Historia de la Independencia de Chile.
"Ningún decreto, providencia u orden, que emane de cualquiera autoridad o tribunales de fuera del territorio de Chile, tendrá efecto alguno; y los que intentaren darles valor, serán castigados como reos de Estado".

Reglamento Constitucional de 1812, solemne declración inicial de la Independencia de Chile .

Con alguna ironía surgen voces planteando que no debiéramos celebrar el Bicentenario el año 2010 sino el 2017.
En 1810, según esa propuesta, solo se habría proclamado, por parte de los vecinos más importantes de esta ciudad, la sumisión a Fernando VII. Esa postura revela lo débil que es la enseñanza de la historia en nuestro país, un relato de los grandes temas políticos y de las grandes guerras del siglo XIX.
Si uno se acerca a la Patria Vieja, la que se inicia en 1810 surge un Jose Miguel Carrera que no es solamente un joven impulsivo y aristocrático, mujeriego y fiestero que, arrastrado por su edad habría jugado a ser gobernante.
En su gestión, que se concentra en los años 1812 y 1813, aparece claramente el propósito de construcción republicana, con una voluntad institucional que también incluye transformaciones de Santiago. Desde la creación de una bandera y un escudo propios, en adelante, es un país el que está naciendo.
Con la obligación de los conventos de abrir escuelas que son el origen de la enseñanza pública; con la fundación de una Sociedad Filantrópica, base de la futura junta de Beneficiencia y expresión de una sociedad en forma que asume un compromiso ante la pobreza; con inversiones en el mejoramiento de los vetustos hospitales, la construcción de un Hospital Militar y la cración de una junta de Vacuna como políticas de salud; con la fundación de una Biblioteca Nacional y un Instituto Nacional a favor de la educación y la cultura; con decretos para impulsar el alumbramiento público y establecer un Reglamento de política para cautelar el orden publico; con la construcción de un Cuartel Granaderos como símbolo del nuevo orden, el que en lo jurídico se expresa en nuestro primer texto constitucional; con el impulso a la industria de tejidos como primera medida de industrilización con un proyecto para transformar La Cañada, un basural, en un espacio publico digno para los nuevos ciudadanos, lo que años mas tarde ejecutará Bernardo O'Higgins; con la instalación de una imprenta que permitirá el nacimiento de una prensa que difunda las nuevas ideas...
Presentar a Carrera como un lider puramente ambicioso y carismático, es negar su aporte y el de varios otros precursores de la Independencia que, en los ámbitos señalados, dieron forma a un proyecto de nación que es rico y complejo. La pionera libertad de vientre para los hijos de esclavos y la prohibición de importar más, tambien motivo de ironias, es desconocer el mercado de esclavos que existía a pocas cuadras de La Moneda el que, según el censo del Obispo Alday, el 10% de la población era entonces negra o mulata.
Otro signo olvidado es el que Javiera Carrera se pusiera a aprender la lengua mapuche y se vistiera en las fiestas con ponchos y los promoviera, como signos de una nación nueva e inclusiva.
Todo comenzó el año 1810.

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