FOTO: Bernardo Leighton Guzmán
Nació el 16 de agosto de 1909, en Nacimiento, localidad ubicada en la región del Biobío. Fue hijo de Bernardino Leighton, abogado conservador, y de Sinforosa Guzmán. Desde pequeño Bernardo fue un niño enfermizo y frágil, tanto así que su padre, preocupado por la salud de su hijo, pidió su traslado a la ciudad de Los Ángeles.
En 1921, a edad de 12 años, se alejó de su hogar para estudiar en régimen de internado en el Seminario de Concepción. Un año más tarde, ingresó al Colegio San Ignacio, en Santiago, en donde fue el mejor alumno de su curso.
En 1927 ingresó a la Universidad Católica a estudiar Leyes. Allí conocería a quienes fueron sus amigos y correligionarios políticos de toda la vida: Eduardo Frei Montalva, Jorge Rogers Sotomayor y Rafael Agustín Gumucio.
Al amparo de las enseñanzas de su maestro y líder espiritual, Rafael Luis Gumucio —padre de su amigo—, patriarca del Partido Conservador, Leighton inició sus primeros pasos en la política. En sus primeros años de universidad, se convirtió en líder de la Juventud de la Acción Católica. Posteriormente, y tras la influencia del rector de la Universidad Católica, monseñor Carlos Casanueva, ingresó al Partido Conservador, donde compartió filas con Frei Montalva.
Pese a las prohibiciones del rector Casanueva de que los estudiantes participaran en protestas callejeras, Leighton se rebeló y abandonó la Acción Católica para conducir en su universidad el movimiento contra la dictadura. El 22 de julio de 1931 encabezó el apoyo a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, que se había tomado la Casa Central. Dicha acción fue clave en el derrocamiento de Ibáñez.
Un hombre conciliador
Tras la caída de Ibáñez, el 1 de septiembre de 1931 se produjo el motín de la Escuadra Nacional, mientras gobernaba el país como Vicepresidente Manuel Trucco Franzani. Este hizo explosión cuando el ministro de Hacienda, Pedro Blanquier, dispuso reducir el presupuesto de las Fuerzas Armadas. Las posiciones se extremaron, al punto de que el gobierno había enviado la orden de aplastar la rebelión. Fue entonces cuando surgió el nombre de Leighton, quien fue enviado por el ministro del Interior, Marcial Mora, para mediar.
El joven dirigente estudiantil logró persuadir a los rebeldes, evitando un desenlace trágico.
Acciones como esta le valieron ser conocido en el mundo político como “El Hermano Bernardo”.
Su gran amor
En 1940 Leighton conoció a quien sería su esposa y el amor de su vida, Anita Fresno, una joven de buena familia, hermana de quien fuera muchos años después arzobispo de Santiago, Juan Francisco Fresno. En marzo de ese año comenzaron su romance, y en agosto siguiente contrajeron matrimonio; no tuvieron hijos.
Pensamiento político
Bernardo Leighton se formó en las filas del Partido Conservador, pero su más fiel creencia lo llevó por el camino de la doctrina socialcristiana, que exigía, según su propio juicio, un ambiente de libertad en el cual la lucha por las ideas dignificara al hombre.
Siendo abogado, Leighton puso su profesión al servicio de los más pobres, asesorando legalmente a los sindicatos de trabajadores. En ello trabajó durante años, haciendo en paralelo su carrera política. La influencia de las encíclicas sociales Rerum Novarum y Quadragessimo Anno publicada en 1933, lo llevó a ingresar (1934) a la Juventud Conservadora, que se había distanciado del Partido Conservador para formar una nueva instancia política.
Nace la Falange Nacional
En octubre de 1935, Leighton fue proclamado como presidente de la Juventud del Partido Conservador. Junto a otros, como Frei Montalva, Manuel Garretón, Radomiro Tomic y Rafael Gumucio, expresó que la tarea esencial de un joven conservador sería la difusión de la doctrina social de la Iglesia. Para ello, se decidió crear al interior de la juventud un órgano que cumpliera con esta misión: así nació la Falange Nacional.
Su carrera política
Leighton tenía sólo 27 años cuando el Presidente Arturo Alessandri lo llamó en 1937 a formar parte de su gabinete como ministro del Trabajo. En la década que comenzó en 1950, bajo el gobierno de Gabriel González Videla, fue ministro de Educación. No obstante, su oposición al gobierno de Videla por la llamada Ley Maldita, lo dejó fuera del gobierno.
Su carrera política llegó a la cima durante el gobierno del Presidente democratacristiano Eduardo Frei Montalva, de quien Leighton fue jefe de la campaña presidencial. Se desempeñó como ministro del Interior y en cuatro oportunidades como Vicepresidente de la República. Posteriormente, fue elegido diputado por el primer distrito de Santiago en 1969, y reelecto en 1973 por el mismo distrito.
Exiliado en Roma
En noviembre de 1973 Bernardo Leighton fue invitado junto a su esposa, por el Presidente de la Unión de Juventudes Demócrata Cristianas de Italia, Gilberto Bonalumi, para explicar lo que ocurría en Chile. En septiembre de 1974, cuando se disponía a volver con su esposa, la Junta del Gobierno Militar publicó un decreto que les prohibía la entrada a Chile. Comenzó así un triste exilio.
Atentan contra sus vidas
El 5 de octubre de 1975, Bernardo Leighton y su esposa fueron víctimas de un atentado a bala en la puerta de su casa, en Roma. Tras este, su salud se deterioró, mientras que Anita Fresno quedó inválida de por vida, luego de recibir un balazo en la médula espinal.
En 1978 el Gobierno Militar le permitió regresar a su patria. Luego de volver, se retiró de la vida política. Sin embargo, nunca dejó de manifestar, conforme a sus principios, el anhelo de volver a la tradición democrática del país y restituir el Estado de Derecho.
Bernardo Leighton murió el 26 de enero de 1995.
Nació el 16 de agosto de 1909, en Nacimiento, localidad ubicada en la región del Biobío. Fue hijo de Bernardino Leighton, abogado conservador, y de Sinforosa Guzmán. Desde pequeño Bernardo fue un niño enfermizo y frágil, tanto así que su padre, preocupado por la salud de su hijo, pidió su traslado a la ciudad de Los Ángeles.
En 1921, a edad de 12 años, se alejó de su hogar para estudiar en régimen de internado en el Seminario de Concepción. Un año más tarde, ingresó al Colegio San Ignacio, en Santiago, en donde fue el mejor alumno de su curso.
En 1927 ingresó a la Universidad Católica a estudiar Leyes. Allí conocería a quienes fueron sus amigos y correligionarios políticos de toda la vida: Eduardo Frei Montalva, Jorge Rogers Sotomayor y Rafael Agustín Gumucio.
Al amparo de las enseñanzas de su maestro y líder espiritual, Rafael Luis Gumucio —padre de su amigo—, patriarca del Partido Conservador, Leighton inició sus primeros pasos en la política. En sus primeros años de universidad, se convirtió en líder de la Juventud de la Acción Católica. Posteriormente, y tras la influencia del rector de la Universidad Católica, monseñor Carlos Casanueva, ingresó al Partido Conservador, donde compartió filas con Frei Montalva.
Pese a las prohibiciones del rector Casanueva de que los estudiantes participaran en protestas callejeras, Leighton se rebeló y abandonó la Acción Católica para conducir en su universidad el movimiento contra la dictadura. El 22 de julio de 1931 encabezó el apoyo a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, que se había tomado la Casa Central. Dicha acción fue clave en el derrocamiento de Ibáñez.
Un hombre conciliador
Tras la caída de Ibáñez, el 1 de septiembre de 1931 se produjo el motín de la Escuadra Nacional, mientras gobernaba el país como Vicepresidente Manuel Trucco Franzani. Este hizo explosión cuando el ministro de Hacienda, Pedro Blanquier, dispuso reducir el presupuesto de las Fuerzas Armadas. Las posiciones se extremaron, al punto de que el gobierno había enviado la orden de aplastar la rebelión. Fue entonces cuando surgió el nombre de Leighton, quien fue enviado por el ministro del Interior, Marcial Mora, para mediar.
El joven dirigente estudiantil logró persuadir a los rebeldes, evitando un desenlace trágico.
Acciones como esta le valieron ser conocido en el mundo político como “El Hermano Bernardo”.
Su gran amor
En 1940 Leighton conoció a quien sería su esposa y el amor de su vida, Anita Fresno, una joven de buena familia, hermana de quien fuera muchos años después arzobispo de Santiago, Juan Francisco Fresno. En marzo de ese año comenzaron su romance, y en agosto siguiente contrajeron matrimonio; no tuvieron hijos.
Pensamiento político
Bernardo Leighton se formó en las filas del Partido Conservador, pero su más fiel creencia lo llevó por el camino de la doctrina socialcristiana, que exigía, según su propio juicio, un ambiente de libertad en el cual la lucha por las ideas dignificara al hombre.
Siendo abogado, Leighton puso su profesión al servicio de los más pobres, asesorando legalmente a los sindicatos de trabajadores. En ello trabajó durante años, haciendo en paralelo su carrera política. La influencia de las encíclicas sociales Rerum Novarum y Quadragessimo Anno publicada en 1933, lo llevó a ingresar (1934) a la Juventud Conservadora, que se había distanciado del Partido Conservador para formar una nueva instancia política.
Nace la Falange Nacional
En octubre de 1935, Leighton fue proclamado como presidente de la Juventud del Partido Conservador. Junto a otros, como Frei Montalva, Manuel Garretón, Radomiro Tomic y Rafael Gumucio, expresó que la tarea esencial de un joven conservador sería la difusión de la doctrina social de la Iglesia. Para ello, se decidió crear al interior de la juventud un órgano que cumpliera con esta misión: así nació la Falange Nacional.
Su carrera política
Leighton tenía sólo 27 años cuando el Presidente Arturo Alessandri lo llamó en 1937 a formar parte de su gabinete como ministro del Trabajo. En la década que comenzó en 1950, bajo el gobierno de Gabriel González Videla, fue ministro de Educación. No obstante, su oposición al gobierno de Videla por la llamada Ley Maldita, lo dejó fuera del gobierno.
Su carrera política llegó a la cima durante el gobierno del Presidente democratacristiano Eduardo Frei Montalva, de quien Leighton fue jefe de la campaña presidencial. Se desempeñó como ministro del Interior y en cuatro oportunidades como Vicepresidente de la República. Posteriormente, fue elegido diputado por el primer distrito de Santiago en 1969, y reelecto en 1973 por el mismo distrito.
Exiliado en Roma
En noviembre de 1973 Bernardo Leighton fue invitado junto a su esposa, por el Presidente de la Unión de Juventudes Demócrata Cristianas de Italia, Gilberto Bonalumi, para explicar lo que ocurría en Chile. En septiembre de 1974, cuando se disponía a volver con su esposa, la Junta del Gobierno Militar publicó un decreto que les prohibía la entrada a Chile. Comenzó así un triste exilio.
Atentan contra sus vidas
El 5 de octubre de 1975, Bernardo Leighton y su esposa fueron víctimas de un atentado a bala en la puerta de su casa, en Roma. Tras este, su salud se deterioró, mientras que Anita Fresno quedó inválida de por vida, luego de recibir un balazo en la médula espinal.
En 1978 el Gobierno Militar le permitió regresar a su patria. Luego de volver, se retiró de la vida política. Sin embargo, nunca dejó de manifestar, conforme a sus principios, el anhelo de volver a la tradición democrática del país y restituir el Estado de Derecho.
Bernardo Leighton murió el 26 de enero de 1995.
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